viernes, 30 de mayo de 2008

La casa


Qué mano secreta golpea
qué ruido de alas
atraviesa la tarde
no puedo nombrarte ahora
pasión o distancia
ojo desnudo bajo la lluvia
brazo de ternura caído
en las redes del tiempo
no volverás a dolerme
como cuando niño
me golpeaban los cumpleaños
o esa palabra trenes
me dormía en sobresaltos
no volverás dije
por esta calle
que ya no te reconoce
y esta casa
tan antigua como el amor
seguirá encendida
como una lámpara.


Del libro Mandatos y Revelaciones

1 comentario:

Veji dijo...

me conmovió.Quizá cada uno de nosotros lleve "su casa o la casa en el alma".Seguro sí,por lo menos yo llevo la mía Veji